Con mucha perseverancia y apoyo familiar esta joven emprendedora pudo abrir su propio minimercado en el barrio asunceño de San Pablo. Ante los desafíos de la pandemia, el programa “Emprendemos Juntas” le brindó herramientas para que pueda seguir adelante y diversificar su negocio.
Detrás del nombre del minimercado “A&E”, ubicado en San Pablo de Asunción, existe toda una historia, mucho más que las dos iniciales que corresponden a Amada y Édgar, los padres de Amanda Duré, dueña del local comercial. Porque fueron precisamente sus padres quienes la apoyaron de forma incondicional cuando, con tan solo 21 años, decidió dar un gran paso: emprender y abrir su propio negocio.
Amanda inauguró el minimercado en 2017, al lado de su casa, un año después de haber iniciado la carrera de Ingeniería Comercial en una universidad de Asunción. “Desde que terminé el colegio quise emprender un negocio”, cuenta, y señala que el camino no fue fácil: “Tuve que empezar desde cero. Primero ahorré un poco de dinero y después de hablar con mis padres, me decidí”, cuenta a Journey la joven emprendedora de 24 años.
El nombre elegido por Amanda para su negocio es también una forma de mantener vivo el legado familiar. En el sitio en donde ahora está su tienda funcionó durante muchos años el almacén de su mamá, que se llamaba “Cuatro Hermanos” -en honor a Amanda y sus hermanos-.
“Comencé con la ayuda de mis hermanas porque no solamente estoy yo acá. También gracias a ‘Emprendemos Juntas’, que fue un soporte muy importante para que pueda emprender este negocio”, comenta Amanda.
Los nuevos desafíos
El rápido crecimiento del minimercado se vio momentáneamente detenido por la llegada de la pandemia del Covid-19 en marzo pasado. Ante la cuarentena estricta, Amanda se vio forzada a cerrar el almacén por tres meses.
“La llegada de la pandemia fue una de las etapas más difíciles para mí porque tuve que cerrar. Fueron momentos con mucha incertidumbre. Los sueños a veces se derrumban, pero hay que volver a empezar y decidí hacerlo nuevamente”, cuenta Amanda.
A mediados de 2020 y con el impulso ganado para reabrir la tienda de sus sueños, Amanda acudió al comité de mujeres de su zona —que trabaja de la mano con Emprendemos Juntas— para coordinar acciones y acceder a un microcrédito que le permitiese salir adelante. Hoy, “A&E” creció de manera tal que ofrece no solo productos de primera necesidad para el hogar, sino hasta prendas de vestir que van desde blusas hasta zapatos.
“Comencé a ver cómo los clientes iban pidiendo cosas que no tenía, entonces diseñé la forma que el cliente encuentre lo que busca. La diversificación fue uno de los motivos que me permitió salir adelante”, dice la joven emprendedora.
De esta forma, Amanda apostó por reinventarse. Para ello, se aferró a lo aprendido en las capacitaciones de “Emprendemos Juntas”, en áreas como planificación de modelos de negocios, técnicas de ventas a través de aplicaciones de teléfono, diseños de marketing y hasta cómo interactuar con clientes durante la pandemia.
“‘Emprendemos Juntas’ es un constante aprendizaje. Lo que más valoro es que aprendí a cómo tratar mejor con los clientes, cómo implementar medidas de bioseguridad... Y las clases siguen. Me enseñaron cosas de las que no tenía idea”, celebra.
Tras haber superado obstáculos, Amanda ahora apunta a más. Vislumbra, en un plazo de cinco años, un comercio más grande y generando fuentes de empleo para su comunidad. “Al tomar la decisión de emprender uno debe luchar siempre; momentos malos siempre habrá, pero cuando hay una caída hay que buscar la forma de levantarse y dar lo mejor, siempre”, concluye.
Hasta este 2020, “Emprendemos Juntas” ha acompañado el desarrollo económico de más de 6.000 mujeres paraguayas. El programa forma parte del compromiso global de
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