“Acá yo tengo tres hectáreas reservadas para la agricultura y en el resto tengo pasturas y bosque. Además estoy reintroduciendo en dos hectáreas cercanas a mi casa plantas nativas para reforestar”, detalla Saturnino “Nino” Alvarenga, orgulloso agricultor de Villa Ygatimí.
El espíritu que guía la agricultura sustentable empieza a extenderse en el departamento de Canindeyú de la mano de la Fundación Moisés Bertoni, y las seis hectáreas que cultiva Nino se convirtieron en un botón de muestra de sus ventajas.
El cultivo de yerba mate, un gran aliado
Nino es uno de los agricultores que accedió las capacitaciones que ofrece la Fundación Moisés Bertoni, con el apoyo de AVINA y Coca-Cola. Los conocimientos adquiridos le permitieron aumentar la producción de sus tierras protegiendo al mismo tiempo el medio ambiente.
Puso fin entonces al círculo vicioso en el que se encontraba: a medida que bajaba el rendimiento de la tierra ya utilizada, deforestaba nuevas parcelas para aumentar la superficie de cultivo. Ahora, Nino encontró en la yerba mate un gran aliado: en lugar de dejar sus campos yermos tras el “cansancio” de la tierra, cultiva yerba mate. Este cultivo absorbe el agua de lluvia y ayuda a filtrarla en el suelo, al tiempo que mantiene la humedad, favoreciendo la reconstitución de su riqueza natural. “Como los grandes productores” explicó entre risas Nino a Journey. Además, una vez cosechada, la yerba mate deja sobre el terreno despojos que se convierten en fertilizante natural.
Gracias a esta modalidad, Nino vuelve a sembrar maíz o trigo en el mismo terreno sin necesidad de deforestar otra parcela, y logra mantener un remanente boscoso que esquiva el trabajo de las topadoras, tan habituales en la región.
Efecto multiplicador
Una delegación de
Uno de los integrantes de la comitiva que visitó Villa Ygatimí fue Greg Koch, Director Senior Global del Agua de The
“Ellos cultivan ahora como se hizo durante generaciones. Reaprendieron una técnica que les demuestra que pueden conseguir una mejor producción con mejores resultados para el medio ambiente y lo transmiten a sus vecinos. Ellos aprenden y lo replican. Por ese motivo, comunidades tan cercanas como las de los agricultores son excelentes lugares para que prácticas de este tipo comiencen a expandirse” señaló Greg.
Y no se equivoca: Nino explicó que el sistema que comenzó a aplicar en su parcela generó curiosidad entre sus vecinos, quienes de a poco comenzaron a replicarlo en sus propias tierras.
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