Las empresas están cada vez más atentas al creciente interés de los consumidores por los productos o servicios más saludables para sí mismos y su entorno. Ante esta tendencia, la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC) ofrece desde hace 10 años un espacio de conversación y debate sobre temas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
En esta edición, más de 200 personas participaron del 10° Congreso de Responsabilidad Social Empresarial.
Juan Luis Ferreira, Presidente de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), explicó que una de las finalidades del encuentro es difundir las innovaciones sobre responsabilidad social en los últimos años en Paraguay. “Es gratificante que más empresas pongan este tema en el epicentro de su accionar. Sabemos que algunas cosas llevan más tiempo; por ejemplo, antes no éramos buenos comunicadores o no prestábamos tanta atención a las cuestiones que tenían que ver con el medioambiente. Sin embargo, aprendimos y ahora sabemos hacer mejor las cosas”, expresó.
Una oportunidad para la inclusión
“Los residuos son parte de la economía circular sin saberlo. Seguimos siendo un continente con enormes desafíos de equidad, generación de empleos y de reducción de brechas sociales. Ante nuestros ojos tenemos enormes oportunidades de negocio y no las estamos aprovechando”, dijo Gonzalo en referencia a la posibilidad de reutilizar lo que actualmente concebimos como desechos.
El experto detalló que en más de la mitad de los basurales de América Latina se dispone los residuos de manera incorrecta, convirtiéndose en sumideros a cielo abierto que representan un riesgo para el medioambiente y la salud humana.
Por otro lado, mencionó que las empresas de consumo masivo tienen mucha presión para avanzar hacia sus metas de economía circular. Por ejemplo, con la fabricación de envases que puedan ser reciclados.
Otro tema que destacó fue la realidad social de los recicladores de base: “En la región, casi dos millones de personas viven del reciclaje informal; es un sector vulnerable que sufre toda la marginalidad de la sociedad pero, a la vez, tiene un rendimiento de recuperación de residuos comparables a recicladoras de Europa. Podemos avanzar hacia un modelo de reciclaje integral, que es el que justamente proponemos con la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo”, explicó Gonzalo.
En resumen, la Iniciativa contempla lo que él mismo definió como las tres R: Reducir, Reciclar y Reutilizar. “Por un lado, se tiene una promesa social, donde los recicladores pasarán de ser una población marginal a prestadores de servicios remunerados en la cadena productiva formal; por el otro, permitirá que los residuos dejen de ser una molestia para convertirse en insumos que nutrirán a las industrias”.
Como reflexión final, Juan Luis Ferreira alentó a más empresas a seguir incorporando políticas de RSE. “Hay que animarse, independientemente del tamaño que tenga una empresa; es cuestión de aprender y tener voluntad. Hoy es posible recabar mucha información en internet, inclusive, en guías que difunden otros organismos similares a la ADEC”, concluyó.
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