El banco de diseño minimalista se exhibe en el laboratorio de REDciclaje casi como una obra de arte en un museo. ¿Su particularidad? Está realizado con 500 vasos descartables, bolsas, tapitas y botellas plásticas recicladas.
“En Paraguay menos del 10% de la basura llega a ser reciclada. En su mayoría, los residuos sólidos van a parar a vertederos municipales o clandestinos, perjudicando los suelos y cauces hídricos de nuestro país. Es hora de empezar a ver los residuos de otra manera”, asegura Marc Falces, responsable de Marketing y Comunicación de la startup que utiliza tecnología para diseñar soluciones innovadoras a problemáticas sociales y ambientales.
La reutilización de los vasos durante la fabricación de este banco permitió “un ahorro de emisiones de 22,43 kg de CO2, equivalente a lo que genera un auto al recorrer 182 km de distancia”, calcula Marc.
La última edición de Gramo Sustentabilidad fue una gran oportunidad para mostrar el trabajo que realizan. En el En el stand de
“Coca-Cola nos invitó a participar en su espacio, donde canjeamos botellas traídas por el público por llaveritos con la ‘G’ de Gramo. Muchas personas se entusiasmaron con la propuesta”, cuenta Marc.
Un sueño hecho realidad
Luego de la inversión inicial el proyecto tuvo un gran envión: ganó el concurso de emprendimientos Tigo Conecta, que inyectó un capital semilla de 20 mil dólares. “A partir de este impulso, decidimos fabricar más y aumentamos nuestra gama de productos: banquitos, llaveros, macetas, botones, merchandising, entre otros”, cuenta Guillermo.
Los productos se realizan en función de pedidos de empresas, diseñadores, estudiantes o particulares. Más adelante quieren vender diseños propios a través de las redes sociales.
El proceso de fabricación de los objetos de diseño implica varios pasos: primero se separan los plásticos reciclados por color y tipo; luego se enjuagan con agua y pasan a la trituradora; una vez obtenidas las virutas pasan a otra procesadora que las moldea, dependiendo de lo que se quiera elaborar. El resultado final son objetos utilitarios y de diseño, como muebles, vigas y elementos decorativos de valor.
Los socios del proyecto tienen una meta: conformar una red de almacenamiento de residuos en todo el territorio. El objetivo es obtener materia prima, ofrecer ingresos extras a comunidades de escasos recursos que no cuentan con gestión de residuos y concientizar sobre la importancia de reciclar. “Instalamos un centro de acopio en una comunidad indígena, en Curuguaty, es un plan piloto que luego queremos extenderlo a todo el país”, dijo Marc.
“Si llevamos el proceso de reciclaje del plástico a las comunidades y barrios de todo el país, la ciudadanía comprenderá el verdadero valor del plástico como materia prima y como parte de la economía circular”, agrega Nery Acuña, encargado de Producción de la startup.
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