En el centro del Océano Pacífico flota una isla amorfa que pesa más de 87.000 toneladas, conocida como el Gran Parche de Basura del Pacífico. Descubierto por primera vez a mediados de la década de 1990, cada año se expande sumando nuevas piezas y partículas de basura. Es solo un ejemplo sorprendente de cómo el mundo está experimentando una amenaza directa por el exceso de desperdicio, lo que demuestra la necesidad urgente de soluciones sostenibles.
Encontrar esas soluciones es el objetivo de la iniciativa Un Mundo sin Residuos de la Compañía Coca-Cola, que incluye el ambicioso objetivo de recolectar y reciclar el equivalente de cada botella o lata que la empresa vende a nivel mundial para 2030. Desde su lanzamiento, en enero de 2018, la iniciativa ha suscrito e implementado nuevas campañas de reciclaje, y reinventado las existentes, desde Estonia a Australia, desde Kenia a los Estados Unidos, respetando los valores de una economía circular de ciclo cerrado: un sistema en el que todos los empaques de plástico que produce la empresa se diseñan para ser reciclados y reutilizados en envases de alimentos y bebidas.
Estos programas brindan valiosas lecciones que pueden replicarse en todo el mundo. En última instancia, el progreso la Compañía
De México a Estados Unidos: inversiones estratégicas conducen a soluciones sólidas
Se estima que en México cada persona genera diariamente más de 1 kilogramo de basura, que históricamente terminaba en vertederos, en las calles o en los océanos. Para revertir esta situación, el país se ha convertido en los últimos años en el "líder en América Latina en recolección y reciclaje de PET", según un informe de la revista en línea El Dictamen. El PET es un plástico claro y liviano que se usa para hacer muchas botellas de plástico. Ahora, el 60% del PET reciclado de México se reutiliza para el mercado nacional, y el resto se exporta al exterior.
Gran parte de eso puede atribuirse a una inversión de varios años por parte de la Compañía
El país ha adoptado una solución circular donde las botellas usadas se convierten en productos nuevos en lugar de desechos en vertederos. PetStar, con sede en Toluca, México, ha desarrollado una empresa de reciclaje integrada que presta servicios a las embotelladoras de
El éxito del país es "una cuestión de inversión, educación, participación y motivación de los consumidores para que formen parte de esa infraestructura, además de impulsar dicha infraestructura y hacerla más eficiente", celebró Ben Jordan, Director Senior de Política Ambiental de la Compañía
El proyecto de México muestra que el éxito se logrará encontrando soluciones innovadoras y circulares que funcionen en cada mercado. Es por eso que la Compañía está invirtiendo en proyectos como Circulate Capital, que permitirá a las personas de todo el sur y sureste de Asia crear soluciones sostenibles para la crisis de los plásticos en los océanos del mundo.
En Estados Unidos, alianzas como el Closed Loop Fund (un antecesor de Circulate Capital) tienen como objetivo aumentar las tasas de reciclaje en todo el país mediante el fortalecimiento de las infraestructuras existentes. La Compañía

Sudáfrica ofrece una visión de sustentabilidad
Desde la apertura de Sudáfrica al mercado de comercio global en la década de 1990, el país se ha convertido rápidamente en una de las principales fuerzas económicas de África. Junto con este crecimiento se ha incrementado el desperdicio de plástico y la necesidad de una infraestructura de reciclaje más sostenible. PETCO, la compañía nacional de responsabilidad extendida del productor que apoya y promueve el reciclaje de PET, ha ayudado a que el país avance en este sentido.
La Compañía
"Una de las claves del éxito de Sudáfrica", explicó Casper Durandt, Jefe de Empaque Sostenible y Agricultura para la Unidad de Negocios de Coca-Cola en África del Sur y del Este, "es la contribución voluntaria a PETCO a través de un impuesto de resina y subvenciones de propietarios de marcas, productores de resina y minoristas en el país”. Estos fondos se canalizan a través de recicladores contratados y, en última instancia, ofrecen un incentivo para los recolectores de botellas. Un estimado de 65.000 personas en Sudáfrica generan un ingreso a partir de este modelo de financiamiento único, manteniendo el interés en la recolección de botellas de plástico en crecimiento y reduciendo el volumen total de residuos de botellas de plástico en vertederos al mínimo. Los resultados de la auditoría para 2017 muestran que PETCO ayudó al país a alcanzar una tasa de reciclaje del 65 por ciento, que está a la par con los estándares de la UE.
Gracias a esta estructura de circuito cerrado, la
El éxito de esta iniciativa local promete expandirse a otros países de África y en muchos otros países del mundo.
En sur de América Latina, acciones a la medida de cada mercado
En línea con el objetivo global,
En Estonia y Australia los consumidores impulsan exitosas redes de recolección de reciclaje
Desde la caída de la Unión Soviética en 1989, la pequeña nación báltica de Estonia se ha convertido silenciosamente en uno de los países de la región más avanzados tecnológicamente. No solo han construido una infraestructura de Internet y una cultura start-up para rivalizar con Silicon Valley, sino que también fueron el primer país en Europa del Este en adoptar una economía circular de ciclo cerrado.
Su exitoso sistema de recolección -que involucra a productores, minoristas, consumidores y gobiernos locales- ha sido replicado en los países nórdicos. De hecho, Suecia ahora tiene que importar basura para convertirla en energía para alimentar sus plantas de reciclaje.
El ecosistema estonio de ganar-ganar-ganar contempló la instalación de una red de máquinas expendedoras de reciclaje en los principales puntos de encuentro del país. A través de este enfoque, las personas pueden intercambiar plástico, vidrio y latas por dinero en efectivo o donaciones de caridad, algo muy popular y altamente efectivo.
También Australia está trabajando para garantizar que se recoja la mayor cantidad posible de residuos. Uno de los mayores éxitos de ese país ha sido abrir el mercado de la recolección a licitaciones competitivas. "Encontramos que podemos abrir el mercado y fomentar la innovación en la forma en que se realiza la recolección", expresó Jeff Maguire, Jefe de Grupo de Implementación de Planes de Depósito de Contenedores y Empaque Sostenible en Coca-Cola Amatil, socio embotellador local. Esto ofrece oportunidades para que organizaciones sin fines de lucro, especialmente aquellas que tienen una infraestructura de colección preexistente para ropa y productos usados, utilicen el modelo de colección para complementar su trabajo existente. Un ejemplo es el recién iniciado programa de Queensland, donde casi la mitad de los 307 puntos de recolección son administrados por organizaciones benéficas.
Poner las soluciones circulares a rodar
"Ahí es donde tenemos que concentrarnos en formas innovadoras para hacer que el sistema de recolección sea más conveniente para esos consumidores", aseguró Maguire.
La sostenibilidad y los ciclos de ciclo cerrado ahora deben convertirse en una prioridad global, desde las naciones emergentes hasta las economías más grandes del mundo. Las empresas a la vanguardia de la sostenibilidad están pensando creativamente para abordar esta creciente preocupación. Si el éxito de los sistemas circulares de circuito cerrado innovadores en Estonia, Australia, Sudáfrica, México y los Estados Unidos es un indicio, ningún país o mercado es demasiado pequeño, grande o incluso remoto para adaptar modelos de reciclaje más sostenibles basados en el modelo socioeconómico único. Estas solucionesayudan a crear un sistema de circuito cerrado que beneficia el medio ambiente, sirve a las comunidades y comienza el camino hacia las soluciones para esta generación. Como lo demuestra cada uno de estos ejemplos, estos objetivos no tienen que ser mutuamente excluyentes.
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